Canariomys tamarani

Rata de gran tamaño que alcanzaba el kilo de peso, los 30 cm de longitud (cabeza-cuerpo) y una cola de 20 cm.  Era de tamaño superior a su coetáneo Canariomys bravoi. De hábitos herbívoros, se encontraba en zonas húmedas con vegetación herbácea y presentaba capacidad cavadora.
Su disminución tuvo lugar después de la llegada de los primeros aborígenes, ya que existen evidencias de consumo encontrándose restos calcinados de rata canaria en yacimientos arqueológicos. Además de este factor, su extinción pudo haber sucedido debido al gran impacto que supuso la introducción de especies invasoras, por parte de los aborígenes y los conquistadores, que la depredaban o competían por los recursos así como el traspaso de enfermedades, parásitos, etc.

Cráneo convexo con una fuerte anchura interzigomática y dentición hipsodonta. Los molares disminuyen regularmente en longitud desde el primer molar al tercero siendo el tercero de un tamaño relativamente grande y posee una superficie torcida helicoidal y lateralmente. Los incisivos son fuertes, planos en su cara anterior y redondeados en la cara inferior. El radio de curvatura es superior al de C. bravoi y presenta un abultamiento más visible de la cápsula incisiva. Conexiones longitudinales prácticamente ausentes entre las cúspides principales y las cúspides accesorias reducidas, bullas timpánicas de pequeño tamaño. Esqueleto postcraneal muy robusto y longitud relativamente pequeña del metapodio.

López-Martínez & López-Jurado, 1987: Múrido gigante de cráneo convexo y fuerte anchura interzigomática; dentición hipsodonta, M3 relativamente grandes; T1 Y T4 son tan voluminosos como T2-T5; primera cúspide adelantada; conexiones longitudinales prácticamente ausentes entre cúspides principales; cúspides accesorias reducidas; torsión helicoidal y lateral de las superficies de los molares; bullas timpánicas reducidas; esqueleto postcraneal muy robusto, longitud relativamente pequeña del metapodio.